Los techos estacionados aparecieron a fines de los 80, y hasta el día de hoy, siguen siendo material relevante y de alta calidad para el interior del hogar. Los techos estiramientos ganaron su popularidad no solo como una tendencia de moda, sino debido a su digna funcionalidad.
En primer lugar, tales techos se distinguen por la simplicidad de su diseño, que consiste en solo dos elementos: un marco especializado y un lienzo de plástico (o tela). La instalación de techos suspendidos no lleva mucho tiempo, y prácticamente no contamina la habitación cuando se lleva a cabo. Otra ventaja de los techos suspendidos es su fuerza, y al inundarse con agua por los vecinos, 1 metro cuadrado puede soportar 100 litros de agua, después de lo cual puede drenar el agua y drenar los techos para su uso posterior. Los techos estacionados son fáciles de limpiar y desinfectados de ninguna manera, tampoco recolectan condensado, como lo demuestran su resistencia a la corrosión. Además, pueden corregir fácilmente los defectos del edificio y crear un interior inusual al montar una lámpara hermosa, también pueden instalar ventilación, alarma y un sistema que responde a los incendios.